Pobre muchacha ¿cómo iba ella a saber que aquello era un estercolero? Ni que tuviéramos toda la información del mundo al alcance de la mano en cualquier momento.
Estos son unos payos que discuten con la policía por detenerlos pero que no les dan una paliza porque saben que les iría a caer la de Dios y que no son inimputables como el rey.