En España, como en la gran mayoría de paises, el sistema penitenciario divide a sus presos en categorías dependiendo del delito, de su comportamiento, y huelga decir también de los contactos que tenga dentro o fuera de prisión. Puede ser un halago que este señor tenga para bien en sus pensamientos su estancia en prisión, pero quizá está gozando de un status no merecido o, al menos, no equitativo con otros presos.