Cuando EEUU decide derrocar un gobierno, necesita un títere.
Si el golpe sale bien, podrán manipular al títere.
Si el golpe sale mal, el que se va a comer el marrón será el tonto que se prestó al juego, que será el que vaya a la cárcel o el que muera.
Por eso nadie relevante se va a prestar a un golpe que posiblemente no triunfe.
Cuando EEUU decide derrocar un gobierno, necesita un títere.
Si el golpe sale bien, podrán manipular al títere.
Si el golpe sale mal, el que se va a comer el marrón será el tonto que se prestó al juego, que será el que vaya a la cárcel o el que muera.
Por eso nadie relevante se va a prestar a un golpe que posiblemente no triunfe.